
Cuando algo se hace con pasión y vocación, los resultados pueden ser espectaculares. Nos lo demuestran los chicos de Cerveza Espiga, unos jóvenes emprendedores de esos que molan mucho. Tienen varias cervezas artesanas, y una de ellas, la Blonde Ale, es la sin gluten. Es una cerveza rubia con algunos toques cítricos y muy suave. Fresquita está deliciosa y recibió la medalla de bronce en la 2015 Dublin Craft Beer Cup. En su web tienen incluso notas de maridaje de cada una de sus cervezas, no os las perdáis!
