Qué conquista el corazón de una persona celíaca

…tienen cerveza sin gluten.

…cuando vamos a un restaurante pregunta si hay riesgo de que mi comida se contamine.

…compra cerveza sin gluten acompañada de una cenita “gluten free”.

…me hace una lasaña sin gluten en la tercera cita.

…me ofrece pizza para comer.

…en las cenas de amigos es todo sin gluten y sin preocupaciones.

…prepara un dulce sin gluten.

…me regala el Manual ilustrado del singlutenista sin ser mi cumpleaños y lo lee él también.

…cada vez que sale a comer o cenar sin mí luego me reconoce que buscó los platos sin gluten.

…me trae a casa de sorpresa cookies y bizcocho de Leon the baker.

…encuentra una ensaimada sin gluten.

..mi pareja se adapta a todo sin gluten, dentro y fuera de casa.

…le echa la bronca a la suegri por no haber cocinado correctamente sin gluten.

…se encarga del sitio para ir a comer y se asegura muy bien de que todo es sin gluten y lo pregunta muchas veces.

…se recorre media ciudad para encontrar una pastelería sin gluten.

…mi pareja y mis amigos se indignan más que yo cuando en un restaurante o evento no hay opciones sin gluten.

…pregunta antes que yo por los alérgenos en los restaurantes.

…cuando quedamos para cenar fuera mis amigos son los primeros en mirarse la carta de todos los bares.

…en la carta hay croquetas y tartas sin gluten.

…en el trabajo lleva pastas para toda la fábrica y a mí unas sin gluten compradas en otro sitio.

…busca sitios donde pueda comer pan.

…hay cerveza Estrella Galicia sin gluten.

…antes de viajar a otro país hace una lista de sitios con comida o productos sin gluten.

…se informa antes de hablar.

…me respetan.

…en un restaurante me ofrecen una carta de postres sin gluten.

…me trae a casa dulces de La Mar de Cookies.

…mi enano va a un cumple y hay cosas sin gluten para él.

…me hace croquetas sin gluten.

…revisa las etiquetas del supermercado aunque yo no esté delante.

…pide cerveza sin gluten.

…busca los restaurantes por “sin gluten” y no por cualquier otra categoría.

…me dice que la comida sin gluten está igual o más buena que la con gluten.

…me hace paparajotes murcianos sin gluten.

…en el restaurante al que llevo a mi hija toda la carta es sin gluten.

…a cada lugar que entra pregunta si hay menú sin gluten y, si no hay, informa sobre la celiaquía.

…se hace “celíaco consorte” para no contaminarme y que no me sienta mal.

…me voy de vacaciones y encuentro un lugar donde desayunar algo de bollería o una tostada rica.

…me cocina gofres y pancakes para desayunar.

…no me pregunta si lo que como sabe raro.

…me prepara unos buenos canelones.

…me invitan a comer o cenar y encima piensan en la cervecita sin gluten.

…vamos a comer a casa de algún familiar y le compran picos de pan, galletas o algún dulce a mi peque.

…le dice a los camareros que tengan muuuuuucho cuidado porque soy celíaca, soy bastante tímida para decirlo…

…se asegura de que el restaurante tiene opciones para celíacos.

…me propone ir a tomar café en Celicioso, Sana Locura o La Celiacoteca.

…en su casa tiene una variedad de galletitas y dulces sin gluten.

…aún siendo italiano, en casa ya solo mete pasta y pan sin gluten.

…se informa sobre mi enfermedad y se conciencia.

…hace pizza casera y es sin gluten.

…me compra mis galletas favoritas cuando me quedo a dormir en su casa.

…escribe un manual completísimo sobre celiaquía y me salva la vida.

…me invitan a cenar y hacen todo sin gluten.

…pide sin gluten por voluntad propia para que podamos compartir.

…hace el “interrogatorio” por mí en los restaurantes (¡y mejor que yo!).

…Meraki vuelve a hacer las alitas.