La pasta es, junto con el arroz, uno de los alimentos más versátiles que tenemos a nuestro alrededor. Probablemente por eso es un plato que nos gusta a casi todos: porque entre la gran variedad de formas y de maneras de comerla, podemos adaptarnos a todos los gustos. Y lo más curioso de todo es que, teniendo tantas posibilidades a nuestro alcance, siempre nos vamos a la salsa de tomate o salsa boloñesa básica. Como mucho, hacemos un salteado de verduras o una carbonara y repetimos una y otra vez lo mismo. ¿Qué tal si innovamos un poco más? ¿Qué tal, por ejemplo, unos tallarines con gambas?
Efectivamente, esos son los dos protagonistas principales de hoy: los tallarines de Pastas Gallo y las gambas. Y me preguntaréis si podemos usar algún otro tipo de pasta, y resulta que no del todo. Cuando viví en Italia aprendí que cada tipo de pasta tiene un acompañamiento asociado. La salsa que os propongo hoy para estos tallarines también os valdría con los espaguetis que tiene Gallo en su nueva gama de pastas sin gluten, pero no os valdría para las plumas, los tiburones u otras pastas cortas.
Y, sin duda, la receta de hoy es una de mis favoritas. Así que ya iba siendo hora de que os la trajera.


Una cosa que me preguntáis muchísimo por correo y por las redes sociales es cómo cocino la pasta para que me quede en su punto y no se pegue. Precisamente Pastas Gallo tiene una infografía genial en la que explica ciertos detalles que os ayudarán mucho al preparar vuestra pasta en casa.

Además, Pastas Gallo ha habilitado una página web en la que podéis introducir vuestro código postal y os enseña dónde podéis encontrar su pasta cerca de casa. En ella encontraréis también un vale de descuento por valor de 0,30€, ¡así que aprovechadlo!

Ingredientes (para dos personas):
- 2 raciones de tallarines Pastas Gallo sin gluten. Podéis usar un medidor como el mío o guiaros por el círculo negro que viene impreso en la parte trasera del paquete (no es genial??).
- 4 dientes de ajo.
- 2 cucharaditas de sal.
- 1 cucharadita de pimentón dulce o picante sin gluten, según os guste.
- 2 hojas de laurel.
- 250 ml. de nata para cocinar sin gluten. Para hacerla sin lactosa o sin leche, utilizar nata para cocinar sin lactosa o nata para cocinar vegetal, que podéis encontrarla en tiendas especializadas.
- 250 g. de gambas descongeladas.
- 4 gambones o langostinos cocidos para decorar.
- Aceite de oliva virgen extra.


Preparación:
- Poner a hervir abundante agua en una olla grande y alta.
- Mientras tanto, pelar los dientes de ajo y picar dos de ellos en trocitos muy chiquititos.
- Calentar un buen chorro de aceite en una sartén amplia antiadherente y sofreír el ajo picado con cuidado de que no se queme.
- Agregar las gambas descongeladas y bien escurridas y saltear durante unos minutos hasta que estén casi en su punto.
- Cuando el agua rompa a hervir, echarle una cucharadita de sal, los dos dientes de ajo enteros, las dos hojas de laurel y los tallarines procurando que se repartan por toda la olla.
- Remover al principio suavemente y cada dos minutos aproximadamente y dejar cocinar la pasta entre 8 y 10 minutos con el agua hirviendo suavemente.
- Una vez las gambas estén casi listas, apartarlas hacia el perímetro de la sartén y echar un buen chorro de aceite en el centro.
- Cuando el aceite se haya calentado, bajar el fuego al mínimo, echar el pimentón sobre el aceite y enseguida echarle la nata encima. Esto conseguirá que el pimentón haga una especie de “efervescencia” al entrar en contacto con el aceite pero no le dé tiempo a quemarse. De esta manera, conseguimos extraer todos los aromas del pimentón.
- Salar la nata al gusto, con una cucharadita de sal o menos, y cocinar removiendo frecuentemente con cuidado de que no se pegue ni se queme nada.
- Cuando la pasta esté lista, retirar del fuego y sacar los tallarines con la ayuda de una cuchara dentada e ir depositando en el escurridor.
- Servir las raciones de pasta en los platos, repartir la salsa por encima y decorar con los langostinos.


Recomendaciones:
- No echéis la pasta directamente de la olla con el agua al escurridor, ya que eso favorecerá que se pegue. Es mejor extraerla con la ayuda de una cuchara dentada y usar el escurridor para que termine de soltar todo el agua.
- Podéis hacer esta salsa más ligera con leche evaporada o leche común.
- También podéis sustituir la nata por una bechamel casera muy ligera con aceite de oliva virgen extra y harina sin gluten de Pastas Gallo.
- Podéis usar cualquiera de estos lácteos en su versión sin lactosa para hacerlos aptos para un intolerante a la lactosa o en su versión vegetal, como leche o nata de cocinar a base de soja, para hacerla apta para alérgicos a la proteína de la leche de vaca.
- Yo siempre hago esta pasta con pimentón dulce, pero si os gusta el picante, le dará un toque delicioso.
- También podéis usar gambas o gambones frescos, pero tendréis que pelarlos antes de cocinarlos.


Colaboración.
Hola buenos días, la receta me parece genial, mi único inconveniente es que además de no poder tomar gluten soy intolerante a la leche y la tengo terminantemente prohibida ya que me sienta fatal, en vez de leche se le puede poner soja? Muchas gracias por esta magnífica receta.
Hola, Inma!! Muchísimas gracias por tu apunte! Te contesto y lo actualizo ahora mismo en la entrada. Por supuesto, puedes usar soja! Puedes usar nata vegetal de soja, que la encuentras en tiendas especializadas, o leche de soja y hacer la bechamel ligera que comentaba al final. Yo prefiero la primera opción, pero, claro, la bechamel casera con aceite de oliva virgen extra siempre va a ser más ligera :)
Espero que te guste!!!
Si utilizo gambas frescas, puedo añadir las pieles y cabezas al agua de la cocción de la pasta ?
Sí, claro! Al sacar la pasta asegúrate de que no queden restos y ya está :)