Me encanta el mango en todas sus versiones: mango solo, batido de mango, agua de mango, mousse de mango, yogur de mango, salsa de mango, mermelada de mango, helado de mango… ¿He dicho ya que me encanta el mango? Cuando viví en México me tomaba casi un batido de mango diario. ¡Qué fruta más rica! Recuerdo que un día fui a pedir mi batido de rigor y me dijeron que ya no había más, que se había terminado la temporada de mango. ¡Qué calamidad! Pero bueno, me pasé al mamey ¡y tan contenta!
Encontré esta receta en Directo al Paladar y, por supuesto, la tenía que probar. Es muy fácil de hacer incluso sin heladera (yo no tengo), queda riquísima y se hace muy rápidamente. Además, no podía dejar pasar la oportunidad para hacerlo sin lactosa, para que nadie se quede sin probarlo. También es sin huevo y, como todo lo que hay aquí, es sin gluten.

Ingredientes (para dos raciones):
- 200 g. de mango pelado y troceado.
- 125 ml. de nata para montar sin lactosa (si no tenéis problemas con la lactosa, podéis usar nata para montar común).
- 12 g. de zumo de limón.
- 15 g. de miel.
- 50 g. de azúcar blanco.
- Una pizca de sal.
- Opcional: arándanos, frambuesas, nata montada, barquillos, sirope de chocolate…
Preparación:
- Triturar todos los ingredientes juntos con la ayuda de una batidora hasta que quede una mezcla lisa y homogénea.
- Poner en un recipiente alargado (yo usé un táper), tapar y meter en el congelador.
- Sacar el recipiente del congelador cada 30 minutos, mezclar bien y volver a congelar.
- Repetir ese proceso durante dos o tres horas.
Recomendaciones:
- Sacar el helado del congelador entre 15 y 30 minutos antes de consumirlo, dependiendo de la temperatura exterior, ya que se queda muy endurecido como para servirlo.
- Se puede acompañar de nata, arándanos, frambuesas, grosellas, barquillos sin gluten, sirope de chocolate y de todas las cosas ricas que se os ocurran.
- Es importantísimo que el mango esté en su punto de maduración óptima o el helado no sabrá a nada.
