Lamento decepcionar a la gran mayoría de los españoles que suelen hacer pasta a la carbonara: en realidad, no lleva nata. Pregúntenle a cualquier italiano y les dirá que cometen un sacrilegio al hacerla con nata. La buena noticia es que yo les voy a enseñar a hacerla como tiene que ser: con huevo. Y lo mejor de todo es que, claro, al quitar la nata es un plato mucho menos pesado. El problema vuelve al darse cuenta de lo riquísimo que está y ser capaces de comer hasta tres raciones. Pero bueno, doy por sentado que son todos ustedes personas responsables y que sabrán moderarse.
Este plato me lo enseñó a hacer mi compañera de habitación cuando estuve de Erasmus en Venecia que, por cierto, era española. A ella le había enseñado una chica italiana (no recuerdo ahora si era de Génova, o algo así…). La versión que les presento en estas fotos es con fussili, pero quedan exquisitos con tallarines o espaguetis. Lo único es que hay que tener mucha precaución para que no se corten ni se peguen y se hagan una bola. Al final veremos algunos trucos para que la pasta quede mejor.
La calidad de la pasta es fundamental en este plato, precisamente por lo que comentaba: no se debe pegar, ni cortar, ni resultar pesada. A mí me gustan especialmente los tallarines Sam Mills – Pasta D’Oro. Creo que en cuanto a la relación calidad-precio son los mejores.
Ingredientes (para dos raciones):
- 200 gramos de pasta (para mi gusto, con tallarines es como más ricos están).
- 1 cebolla mediana.
- 120 g. de cintas de bacon (las de Hacendado sin son gluten, uno de los dos paquetes).
- 100 g de queso parmesano rallado.
- 2 huevos.
- 2 dientes de ajo.
- Aceite, sal y pimienta blanca.
Preparación:
- Poner a hervir abundante agua en una olla alta.
- Mientras tanto, picar la cebolla lo más chiquito posible y sofreír.
- Cuando hierva, echar un chorro de aceite, los dos dientes de ajo (enteros o cortados longitudinalmente) y una pizca generosa de sal.
- Agregar la pasta y cocer el tiempo indicado en el paquete.
- Mientras, y cuando la cebolla esté transparente y blanda sin llegar a estar dorada, agregar el bacon y sofreír.
- Aparte, batir los huevos en un plato hondo o en un bol.
- Agregarle el queso rallado y la pimienta blanca generosamente y homogeneizar.
- Una vez el sofrito esté hecho, retirar del fuego y reservar. Es importante que este punto llegue antes de que la pasta esté hecha, para no hacerla esperar.
- Cuando la pasta esté hecha, escurrir y retirar los dientes de ajo.
- Echar a la pasta un chorrito de aceite y distribuir bien para que no se pegue nada.
- Devolver la pasta a la olla y ponerla sobre fuego muy bajo. Si la olla es antiadherente, mejor.
- Echar el sofrito y el huevo encima de la pasta y remover constantemente hasta que se cuaje el huevo con cuidado, una vez más, de que no se corte la pasta.
- Servir y consumir inmediatamente, muy caliente.
Recomendaciones:
- La distribución homogénea y con cariño del aceite en el paso 10 es fundamental. Esto evitará que la pasta se pegue o se haga una bola.
- Si no tenemos tanta confianza como para probar con los tallarines o los espaguetis, se pueden hacer con una pasta gorda como macarrones o fussili, para empezar. Pero hay que ir perdiendo el miedo, que sólo practicando sacaremos unos deliciosos espaguetis largos.
- Os dejo la foto de los espaguetis para que veáis qué delicia.
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[…] a la salsa de tomate o salsa boloñesa básica. Como mucho, hacemos un salteado de verduras o una carbonara y repetimos una y otra vez lo mismo. ¿Qué tal si innovamos un poco más? ¿Qué tal, por ejemplo, […]
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Lo probaré, ya que siempre los hago con nata. Gracias
Espero que te gusten!!! Para mí es adictiva :D :P
Cierto!!! Hace años un amigo italiano ya m fijo que….”horror!! Lo hacéis con nata????”… Y fue cuando m enseñó lo del huevo…..
Ainnnsss..tantos años haciéndolo mal!!! Jeje
Y es verdad…están mas buenos y pesan menos!